27 feb 2010

Cuando era chica y mis papás se peleaban, me preguntaba si todavía estarían enamorados, por qué y para qué seguían juntos... Pensaba que amar era estar siempre bien y llegaba a la conclusión que sí, que iba a ser mejor que se separaran... No podía soportar que discutieran, que se gritaran; entonces en esos momentos me iba a mi cabeza y me lo imaginaba: yo en la casa de mi papá (si mis papás se separaban iba a vivir con él), pensaba que iba a estar bueno porque para mi cumpleaños, navidad, día del niño y reyes magos, iba a recibir dos regalos: uno de mi mamá y otro de mi papá. Mis papás tuvieron cuatro hijos. Mi hermano más grande le lleva veinte años a la más chica. Mis papás tuvieron cuatro hijos y tuvieron que remarla porque ninguno vino con el pan debajo del brazo. Mi mamá cree que la vida es dura y sacrificada y que hay que trabajar y no lo dice solamente por el trabajo que da plata sino también por el trabajo del alma. Yo lo que más los vi hacer a mis papás en toda mi vida fue trabajar. Mis papás trabajan todo el día porque tienen cuatro hijos y ninguno vino con el pan debajo del brazo. Cuando yo era chiquita mis papás no tenían mucha plata y me acuerdo que una vez para reyes magos recibí un dibujo y dos facturas... eran mis facturas preferidas! A demás de trabajar para ganar plata para comer y vestirnos, mis papás se hacían un tiempo y trabajaban para educarnos. Mis papás me enseñaron que todos tenemos derechos, pero que el derecho a la propiedad privada es uno de los inventos más tremendamente absurdos, que la plata es un mal necesario, que este sistema sirve para unos pocos ricos y que margina a unos muchos pobres, que todo lo que uno se proponga lo puede lograr, que el amor existe y que es el tesoro más preciado. Y ahora pienso que lo más importante que me enseñaron es a apre(he)nder, con y sin h. Y a mi me encanta apre(he)nder y apre(he)nderlos. Mis papás tienen cincuenta años y hace más de veintisiete que trabajan por nosotros. Todavía siguen juntos. Yo ahora no pienso en si se separan. Voy entendiendo que las relaciones se construyen día a día y que ellos nos quieren enseñar el amor. Mis papás siguen trabajando todo el día, eso no cambió. Es que en este mundo tener cuatro hijos es duro y sacrificado y hay que trabajar... Pero se puede, yo se que se puede. Y así me enseñan como se cambia el mundo.

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